¿Tu Azul no es mi Azul?
Cuando estudiaba Ingeniería en Computación en la Universidad Simón Bolívar (Venezuela), cursé una materia llamada “Interfaces con el Usuario”. Como todas las demás materias, tenía teoría y laboratorio bien diferenciados en actividades y evaluaciones, incluso creo que en esa entonces se inscribían como dos materias diferentes.
La teoría contemplaba Teoría del Color, el cual es un tema sumamente extenso, y luego aplicaciones de dicha teoría especialmente en ambientes WEB.
En el marco de la Teoría del Color nos llevaron, a todo el curso, a una visita guiada a la Galería de Arte de Caracas. Entre las explicaciones de los guías y las intervenciones de los compañeros surgió el tema de que el color no es lo que vemos sino lo que no vemos, y luego mi amigo Héctor Ospino añadió un comentario que movió toda mi curiosidad intelectual, planteando que nadie ha podido comprobar que “mis colores sean tus mismos colores” y que probablemente cada quien ve el mundo en colores diferentes.
Sabemos que el Azul es Azul porque desde pequeños nos enseñan que el cielo es Azul y aprendemos a identificar todas sus tonalidades y el cielo es Azul para todo el mundo porque la longitud de onda correspondiente a ese color va a ser identificada por todo el mundo con el mismo nombre correspondiente a cada idioma existente, pero es probable que el “color” con el que el cerebro etiqueta o interpreta al Azul sea diferente para cada una del resto de las personas que conozco.
Entonces otra persona podría estar tintando cerebralmente sus Azules como yo tinto mis Verdes, pero lo que es Azul será Azul para ambos y para el resto de las personas con visión normal, aunque el cerebro de cada quien lo use un tinte distinto.
Detrás de esto hay mucha ciencia, investigación y teoría.
Fisiología de Color
En el fondo del ojo (retina) existen millones de células (papilitas) especializadas en detectar distintas longitudes de onda procedentes de nuestro entorno. Estas maravillosas células, principalmente los conos y los bastoncillos (llamados así por su forma), recogen las diferentes partes del espectro de luz solar y las transforman en impulsos eléctricos, que son enviados al cerebro a través de los nervios ópticos. El cerebro es el encargado de crear la sensación del color realizando una asignación de un color a cada longitud de onda visible (coloración).
Los bastones se concentran en zonas alejadas del centro de la visión nítida. La cantidad de bastones se sitúa alrededor de 100 millones y no son sensibles al color. Los bastones son sensibles a la intensidad luminosa, por lo que aportan a la visión del color aspectos como el brillo y el tono, y son los responsables de la visión nocturna.
Los conos son los responsables de la visión del color y de la definición espacial. Estos son poco sensibles a la intensidad de la luz. Se cree que hay tres tipos de conos, sensibles a los colores rojo, verde y azul, respectivamente. Se distribuyen más densamente hacia el centro de la visión nítida. Del total de conos en el ojo humano, aproximadamente el 65% son sensibles al Rojo, 33% son sensibles al Verde y sólo el 2% son sensibles al Azul. Esta proporción varía, de un sexo a otro, de una persona a otra e incluso de un ojo al otro. En general, por ejemplo, las mujeres tienen capacidad de distinguir mucho mayor número de colores diferentes que los hombres.
Los bastones y conos son indispensables mutuamente pues el ojo humano no es capaz de percibir un color si la iluminación no es abundante pues con poca iluminación registra el entorno en “blanco y negro”.
Física del Color
Dos personas diferentes pueden interpretar o etiquetar una misma longitud de onda, es decir un mismo color, de dos maneras distintas. Puede ser por ejemplo que la forma en que yo interpreto o etiqueto cerebralmente la longitud de onda correspondiente al color azul, sea igual a la forma en que tú interpretas o etiquetas cerebralmente a la longitud de onda correspondiente al color rojo o al amarillo o a cualquier otro. Pueden haber tantas interpretaciones de cada color como personas existen!.
La teoría contemplaba Teoría del Color, el cual es un tema sumamente extenso, y luego aplicaciones de dicha teoría especialmente en ambientes WEB.
En el marco de la Teoría del Color nos llevaron, a todo el curso, a una visita guiada a la Galería de Arte de Caracas. Entre las explicaciones de los guías y las intervenciones de los compañeros surgió el tema de que el color no es lo que vemos sino lo que no vemos, y luego mi amigo Héctor Ospino añadió un comentario que movió toda mi curiosidad intelectual, planteando que nadie ha podido comprobar que “mis colores sean tus mismos colores” y que probablemente cada quien ve el mundo en colores diferentes.
Sabemos que el Azul es Azul porque desde pequeños nos enseñan que el cielo es Azul y aprendemos a identificar todas sus tonalidades y el cielo es Azul para todo el mundo porque la longitud de onda correspondiente a ese color va a ser identificada por todo el mundo con el mismo nombre correspondiente a cada idioma existente, pero es probable que el “color” con el que el cerebro etiqueta o interpreta al Azul sea diferente para cada una del resto de las personas que conozco.
Entonces otra persona podría estar tintando cerebralmente sus Azules como yo tinto mis Verdes, pero lo que es Azul será Azul para ambos y para el resto de las personas con visión normal, aunque el cerebro de cada quien lo use un tinte distinto.
Detrás de esto hay mucha ciencia, investigación y teoría.
Fisiología de Color
En el fondo del ojo (retina) existen millones de células (papilitas) especializadas en detectar distintas longitudes de onda procedentes de nuestro entorno. Estas maravillosas células, principalmente los conos y los bastoncillos (llamados así por su forma), recogen las diferentes partes del espectro de luz solar y las transforman en impulsos eléctricos, que son enviados al cerebro a través de los nervios ópticos. El cerebro es el encargado de crear la sensación del color realizando una asignación de un color a cada longitud de onda visible (coloración).
Los bastones se concentran en zonas alejadas del centro de la visión nítida. La cantidad de bastones se sitúa alrededor de 100 millones y no son sensibles al color. Los bastones son sensibles a la intensidad luminosa, por lo que aportan a la visión del color aspectos como el brillo y el tono, y son los responsables de la visión nocturna.
Los conos son los responsables de la visión del color y de la definición espacial. Estos son poco sensibles a la intensidad de la luz. Se cree que hay tres tipos de conos, sensibles a los colores rojo, verde y azul, respectivamente. Se distribuyen más densamente hacia el centro de la visión nítida. Del total de conos en el ojo humano, aproximadamente el 65% son sensibles al Rojo, 33% son sensibles al Verde y sólo el 2% son sensibles al Azul. Esta proporción varía, de un sexo a otro, de una persona a otra e incluso de un ojo al otro. En general, por ejemplo, las mujeres tienen capacidad de distinguir mucho mayor número de colores diferentes que los hombres.
Los bastones y conos son indispensables mutuamente pues el ojo humano no es capaz de percibir un color si la iluminación no es abundante pues con poca iluminación registra el entorno en “blanco y negro”.
Física del Color
El color es un fenómeno físico relacionado con las diferentes longitudes de onda del espectro electromagnético visible al ojo humano (entre 400 y 700 nanómetros de longitud), permitiendo así distinguir los objetos del entorno con mayor precisión.
El color NO es una propiedad física por varias razones. Una de ellas es que diferentes distribuciones espectrales pueden producir la misma sensación de color y esto a su vez es debido a que el proceso de identificación de colores depende del cerebro y el sistema ocular de cada persona en concreto. La definición de cada color, por lo tanto, es completamente subjetiva.
Entonces físicamente, podemos decir que el color es entonces una sensación que se produce en el cerebro en respuesta a un estímulo de parte de una determinada longitud de onda hacia el ojo y sus mecanismos nerviosos.
Cuando un objeto recibe luz blanca, la superficie de dicho objeto absorbe una parte del espectro de luz blanca que recibe y refleja el resto. Cuando el ojo percibe que un objeto es de un color, es el correspondiente al conjunto de longitudes reflejadas por la superficie y no a las absorbidas.
Entonces físicamente, podemos decir que el color es entonces una sensación que se produce en el cerebro en respuesta a un estímulo de parte de una determinada longitud de onda hacia el ojo y sus mecanismos nerviosos.
Cuando un objeto recibe luz blanca, la superficie de dicho objeto absorbe una parte del espectro de luz blanca que recibe y refleja el resto. Cuando el ojo percibe que un objeto es de un color, es el correspondiente al conjunto de longitudes reflejadas por la superficie y no a las absorbidas.
Dos personas diferentes pueden interpretar o etiquetar una misma longitud de onda, es decir un mismo color, de dos maneras distintas. Puede ser por ejemplo que la forma en que yo interpreto o etiqueto cerebralmente la longitud de onda correspondiente al color azul, sea igual a la forma en que tú interpretas o etiquetas cerebralmente a la longitud de onda correspondiente al color rojo o al amarillo o a cualquier otro. Pueden haber tantas interpretaciones de cada color como personas existen!.
Teoría del Color
El color no existe y no es una característica de un objeto sino una apreciación subjetiva.
Un tipo de color se compone de tres colores primarios, tres secundarios y otros muchos agrupados en innumerables rangos de colores que pueden llegar en total a un número infinito de diferentes colores. Un primario es un color puro porque no se obtienen de ninguna mezcla. Un color secundario proviene de la mezcla de dos colores primarios. Un color terciario es la mezcla de un secundario con uno de los primarios que conforma dicho secundario. Y así sucesivamente.
En general se aceptan dos grandes tipos de colores, a saber, los colores luz y los colores pigmento. A cada tipo de color le corresponde un modelo de color, que define cuales son sus colores primarios, secundarios, terciarios, y demás. Es inherente al tipo de color y modelo, el sistema de color usado, el cual determina cómo es la forma de mezclarlos para obtener el resto de los colores.
El color no existe y no es una característica de un objeto sino una apreciación subjetiva.
Un tipo de color se compone de tres colores primarios, tres secundarios y otros muchos agrupados en innumerables rangos de colores que pueden llegar en total a un número infinito de diferentes colores. Un primario es un color puro porque no se obtienen de ninguna mezcla. Un color secundario proviene de la mezcla de dos colores primarios. Un color terciario es la mezcla de un secundario con uno de los primarios que conforma dicho secundario. Y así sucesivamente.
En general se aceptan dos grandes tipos de colores, a saber, los colores luz y los colores pigmento. A cada tipo de color le corresponde un modelo de color, que define cuales son sus colores primarios, secundarios, terciarios, y demás. Es inherente al tipo de color y modelo, el sistema de color usado, el cual determina cómo es la forma de mezclarlos para obtener el resto de los colores.
Son los colores producto de emisiones de luz en la naturaleza.
Como en la naturaleza, para mezclar estos colores, y obtener los demás, se usa el sistema de color Aditivo pues se parte de la oscuridad o ausencia total de luz correspondiente al “color” Negro, y se le va adicionando luz de distintas longitudes para obtener los colores. Cuando se adicionan los tres colores en la misma cantidad se obtiene la luz correspondiente al “color” Blanco.
Con estos colores se utiliza el modelo de color RGB (Rojo, Verde, Azul) que define que el Rojo, Verde y Azul, son los colores primarios que además corresponden con los tres grandes grupos de tipo de sensibilidad en los conos del ojo humano.
Este modelo además de la naturaleza es usado en monitores, televisores, proyectores y demás aparatos que emiten luz utilizando combinaciones de fósforos rojos, verdes y azules.
Con estos colores se utiliza el modelo de color RGB (Rojo, Verde, Azul) que define que el Rojo, Verde y Azul, son los colores primarios que además corresponden con los tres grandes grupos de tipo de sensibilidad en los conos del ojo humano.
Este modelo además de la naturaleza es usado en monitores, televisores, proyectores y demás aparatos que emiten luz utilizando combinaciones de fósforos rojos, verdes y azules.
Son los colores producto de pigmentos artificiales o pinturas ya sean óleos, creyones, tintas u otros.
Para mezclar este tipo de colores y obtener los demás se usa el sistema Sustractivo, llamado así porque se parte de la luz (lienzo o papel Blanco) y se le va sustrayendo dicha luz agregando filtros o tinturas. Cuando se agregan los tres filtros primarios en igual cantidad, se obtiene el Negro.
En este tipo de colores cualquier modelo es aplicable, porque los colores ‘primarios’ son ficticios ya que son conceptos arbitrarios utilizados en modelos matemáticos del color que no representan las sensaciones de color reales producto de procesos cerebrales. Es decir todos los colores primarios ‘perfectos’ son completamente imaginarios por lo que todos los colores ‘primarios’ que se utilizan en las mezclas son incompletos o imperfectos.
En este tipo de colores cualquier modelo es aplicable, porque los colores ‘primarios’ son ficticios ya que son conceptos arbitrarios utilizados en modelos matemáticos del color que no representan las sensaciones de color reales producto de procesos cerebrales. Es decir todos los colores primarios ‘perfectos’ son completamente imaginarios por lo que todos los colores ‘primarios’ que se utilizan en las mezclas son incompletos o imperfectos.
El modelo tradicional, usado en todas las áreas de arte es el modelo RYB (Rojo, Amarillo, Azul). Pero en el año 2004 la ciencia reconoció que éste era un modelo primitivo e incorrecto.
El modelo mas correcto, aunque no perfecto, que se utiliza con los colores pigmentos, es el modelo CMY (Cyan, Magenta, Amarillo). Se considera más correcto porque es el modelo complementario al RGB, el cual es el usado en la naturaleza. Así los colores primarios del modelo CMY son los secundarios del RGB, y los primarios del RGB son los secundarios del CMY. Este modelo de color es el utilizado en impresoras a color. Como este modelo es incompleto, cuando se mezclan en iguales cantidades sus tres colores ‘primarios’ se obtiene un color turbio y oscuro pero que no llega a ser negro. Es por eso que en los cartuchos de las impresoras a color más modernas tienen el color negro añadido y se le llama a este modelo derivado CMYK (Cyan, Magenta, Amarillo, Negro).
PaTri